Una de las situaciones más comunes que enfrentamos en el mundo de las ventas es la lucha por alcanzar los objetivos esperados disponiendo de recursos limitados.
Y el recurso más valioso - y generalmente el más escaso - es nuestro propio tiempo.
Muchas veces los vendedores estamos involucrados en actividades que no favorecen nuestro desempeño, ya sea por decisión propia o por situaciones ajenas a nosotros.
Pero, sin importar el origen de estas fugas de tiempo, más veces de las que quisiéramos aceptarlo, nos encontramos realizando actividades que no tienen ningún impacto directo o indirecto en el cumplimiento de nuestras metas.
El principal problema de asignar recursos - como nuestro tiempo - a tareas no productivas es que no se nota hasta que es demasiado tarde. Y no es sino hasta el cierre del mes, del trimestre o inclusive del año, que nos damos cuenta de que, a pesar de todos los esfuerzos que hagamos, no llegaremos a los resultados esperados.
Afortunadamente, en la mayoría de los casos, la solución se encuentra en nosotros mismos y en pequeñas acciones que podemos realizar para tener buenos hábitos de gestión del tiempo.
Estas son 5 prácticas sencillas que te ayudarán a tener mejor control de tu tiempo y a aumentar tu productividad.
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Establecer objetivos
Esto es esencial. Los objetivos marcan el curso a seguir y nos sirven como fuente de motivación y compromiso.
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Contar con un plan de acción
Constrúyelo a partir de las tareas que debes realizar y del tiempo en el que debes realizarlas. Un plan de acción claro incluye actividades específicas y medibles que te ayudarán a mantener la dirección correcta, evitando desviaciones y controlando el tiempo que dedicas a cada proyecto.
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Registrar las actividades en tu calendario
Esto te permitirá aprovechar al máximo tu día. Podrás liberar tu mente del estrés de memorizar pendientes y sabrás de forma realista y objetiva cuánto tiempo puedes dedicar a cada actividad.
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No acumular pendientes
No dejes que los pendientes te persigan día tras día. Asigna regularmente un espacio para completarlos. Así podrás mantener tu mente y tu agenda organizadas y tendrás tiempo suficiente para enfocarte en actividades productivas.
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Saber decir No
Decir No a las pequeñas cosas te permitirá conservar tiempo para los asuntos importantes. Si no defendemos nuestro tiempo, las prioridades de otras personas van tomando el lugar de las nuestras.
Recuerda, tu tiempo es tu recurso más valioso; si no creas el hábito de planear tu semana, otros la planearán por ti.
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